En un giro inesperado que ha capturado la atención internacional, el Primer Ministro de Haití, Ariel Henry, ha presentado su dimisión en medio de una crisis sin precedentes que azota al país caribeño. Esta decisión marca un punto crítico en la situación actual del país que ya viene sufriendo una profunda crisis política, social y humanitaria.

La decisión de Henry se produce en un contexto e violencia y desorden que ha prevalecido en Haití durante meses. Las pandillas han incrementado su poder, controlando vastas zonas del país, incluida la capital, Puerto Príncipe, donde se estima que dominan el 80% del territorio. Esta situación ha llevado a un aumento en los índices de violencia, secuestros y asesinatos, sumiendo al país en el caos.

La renuncia de Ariel Henry fue anunciada tras una reunión de emergencia con la Comunidad del Caribe (CARICOM) en Jamaica, buscando soluciones a la crisis haitiana. Henry, quien no ha regresado a Haití desde su viaje a Kenia, donde firmó un acuerdo para el envío de policías a su país en una misión internacional, deja su puesto en un momento crítico.