Renuncian ministro de Defensa y el secretario del Congreso en Honduras tras vínculos con narco
by Redacción Web |
En un giro inesperado, el ministro hondureño de Defensa, José Manuel Zelaya, presentó su renuncia este sábado, seguida minutos después por la dimisión de su padre, Carlos Zelaya, secretario del Congreso Nacional de Honduras. Ambos funcionarios decidieron apartarse de sus cargos en medio de un escándalo que involucra a Carlos Zelaya con dos reconocidos narcotraficantes.
La decisión de José Manuel Zelaya de renunciar al Ministerio de Defensa se hizo pública a través de un mensaje en la red social X (anteriormente conocida como Twitter), donde expresó que su dimisión busca permitir que el Ministerio Público investigue libremente a su padre. “He presentado mi renuncia ante la presidenta Xiomara Castro para que se investigue con toda libertad”, señaló.
Carlos Zelaya, quien es cuñado de la presidenta Castro y hermano del expresidente Manuel Zelaya, compareció voluntariamente ante el Ministerio Público este sábado para declarar sobre un video de una reunión que sostuvo en 2013 con Juan Ramón Matta Waldurraga, hijo del narcotraficante Juan Ramón Matta Ballesteros, y con uno de los líderes de la banda narcotraficante Los Cachiros. En dicha reunión, los narcotraficantes le ofrecieron dinero para su campaña política, aunque Carlos Zelaya aseguró que nunca recibió tal aporte.
“He venido a ponerme a la orden de la Justicia hondureña y también de la justicia internacional”, afirmó Carlos Zelaya, quien anunció que el lunes presentará formalmente su renuncia como diputado y secretario del Congreso Nacional, renunciando así a cualquier tipo de inmunidad parlamentaria.
El escándalo surge en un contexto político delicado, luego de que el Gobierno hondureño notificara a la Embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa su decisión de dar por terminado el tratado de extradición entre ambos países, medida que ha generado preocupación en la comunidad internacional.
El expresidente Manuel Zelaya, tras las declaraciones de su hermano, convocó a una “sesión de emergencia” con la coordinación nacional del Partido Libre en Tegucigalpa para este domingo, lo que subraya la tensión política que vive el país en estos momentos.
Esta serie de renuncias y las vinculaciones con el narcotráfico suman un nuevo capítulo a la complicada situación política y de seguridad que enfrenta Honduras, mientras se cuestiona la capacidad del gobierno para enfrentar la corrupción y el crimen organizado.
Estas renuncias no solo exponen las divisiones internas y los desafíos que enfrenta el gobierno de Xiomara Castro, sino que también plantean serias preguntas sobre la integridad de las instituciones hondureñas y su capacidad para combatir el crimen organizado. La renuncia de Carlos Zelaya, en particular, ha sido vista como un intento de desmarcarse de las controversias y facilitar una investigación imparcial, pero también ha generado escepticismo sobre si realmente se podrá llevar a cabo una investigación a fondo.
El impacto político de estas renuncias podría tener repercusiones a largo plazo, afectando la percepción pública del gobierno y del Partido Libre, que ya se enfrenta a críticas tanto a nivel nacional como internacional. La “sesión de emergencia” convocada por el expresidente Manuel Zelaya podría ser un intento de controlar los daños y reforzar la unidad dentro del partido, pero el desenlace de este escándalo sigue siendo incierto.
Mientras tanto, la decisión del gobierno de terminar el tratado de extradición con Estados Unidos ha añadido una capa adicional de incertidumbre. Este tratado ha sido una herramienta clave en la lucha contra el narcotráfico, y su eliminación podría complicar aún más la cooperación internacional en la persecución de criminales vinculados al narcotráfico.
Con la justicia hondureña y la comunidad internacional observando de cerca, la manera en que se maneje esta crisis podría definir el futuro del gobierno de Castro y su capacidad para cumplir con sus promesas de combatir la corrupción y el crimen organizado en Honduras.