El viaje de las hermanas Torres nos recuerda que los sueños pueden convertirse en realidad si se les sigue con pasión y determinación

En el sector del emprendimiento, a menudo encontramos historias inspiradoras que demuestran que la pasión y la determinación pueden dar lugar a proyectos excepcionales. Un ejemplo de esto es la historia de las hermanas Lidia Torres y Ana Torres, quienes han unido fuerzas para dar vida a un emprendimiento que no solo deleita los sentidos, sino que también rinde homenaje a su devoción y amor por la creatividad.

Con una chispa en los ojos y un entusiasmo contagioso, las hermanas Lidia y Ana Torres comparten su viaje emprendedor, que ha llevado a la creación de “Aroma de María”. Este proyecto, que evoca aromas celestiales y naturales, nació de una combinación única de pasión por las velas aromáticas y un fuerte deseo de crear algo especial.

El corazón del proyecto de las hermanas Torres late al ritmo de las velas aromáticas. Su producto estrella, “Aroma de María”, se destaca por ser un producto completamente natural, elaborado con cera de soya y fragancias exquisitas.

“Hemos escogido los aromas más exquisitos para los diferentes gustos de nuestra clientela”, explica Ana. La elección de fragancias florales, cítricas y dulces muestra la dedicación que ponen en cada detalle para complacer a sus clientes.

El emprendimiento de las hermanas Torres no solo se limita a su pasión por las velas aromáticas, sino que también abarca una presencia dinámica en el mundo digital. 

“Somos tienda virtual. Actualmente nos pueden encontrar en redes sociales como Instagram y Facebook”, comparte Lidia. Esta estrategia les permite conectarse con su audiencia y compartir su amor por los aromas.

Además, los sábados, las hermanas Torres llevan su proyecto al mundo real participando en el Bazar del Sábado establecido en el bulevar Juan Pablo II. También acuden a ferias para emprendedores, lo que demuestra su compromiso con su negocio y su deseo de llegar a un público más amplio.

El nombre “Aroma de María” no solo es un simple título; es un reflejo de la devoción de las hermanas Torres y su conexión espiritual con su emprendimiento. Como apasionadas de las velas aromáticas, decidieron honrar a la Virgen María en cada vela que crean.

“Es un producto 100 % natural, con base de cera de soya y fragancias exquisitas”, dice Lidia con orgullo. Esta conexión espiritual y el enfoque en la calidad garantizan que cada vela sea una obra maestra aromática y espiritual.

El camino del emprendimiento está lleno de desafíos y triunfos, y las hermanas Torres han experimentado ambos con intensidad. “Emprender no es fácil”, admite Ana. “Es una montaña de emociones. Hay días arriba y días abajo”. Sin embargo, lo que las impulsa es su amor por lo que hacen y su firme creencia en su producto. Cada vela es una expresión tangible de su dedicación y perseverancia.

El viaje de las hermanas Torres nos recuerda que los sueños pueden convertirse en realidad si se les sigue con pasión y determinación. “Si tienes un sueño, hay que perseguirlo”, enfatiza Lidia.

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