Crisis migratoria en Danlí: Entre abusos y esperanzas
by Saúl Carranza |
Según el CONADEH, entre 4,000 y 6,000 migrantes ingresan diariamente a través de la ciudad de Danlí.
ACNUR anuncia que en agosto de 2023 se registraron 65,526 personas, lo que representa el mayor número de personas refugiadas y migrantes en tránsito por el país en un solo mes.
Son las 11 de la mañana del lunes y en la ciudad de Danlí, El Paraíso, impera un sol sofocante. Aprieta y quema hasta debajo de los árboles.
Es debido a su historia que Danlí se ha convertido en una zona productiva del país, donde la siembra de maíz, tabaco y la cría de ganado son predominantes.
Sin embargo, en los últimos meses, los migrantes de varios países, que ingresan por las fronteras de Las Manos y Trojes, han ocupado la ciudad, especialmente el emblemático Parque Monumento a la Madre, convirtiéndolo en un área de descanso improvisada.
William Alvarado, delegado departamental del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH), informó a ICN.Digital que entre 4,000 y 6,000 migrantes ingresan diariamente por la ciudad de Danlí. “En este momento, Danlí está en una crisis migratoria”, agregó.
Por su parte, la Agencia de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para Los Refugiados (ACNUR) desglosó en su informe que en el mes de agosto se registraron 65,526 personas y este dato es considerado el mayor número de personas refugiadas y migrantes en tránsito por el país en solo un mes.
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ICN.Digital constató que las principales necesidades reportadas por las personas refugiadas y migrantes en tránsito son alimentos, asistencia legal, asistencia médica, agua, ropa y calzado, albergue e información sobre los servicios de protección y vías legales existentes.
El informe del ACNUR explica que el número de personas venezolanas, cubanas y haitianas en movimientos mixtos se triplicó de junio a agosto.
Las cifras son alarmantes. Ponen con los pelos de punta a los danlidenses, quienes tienden su mano solidaria a los indocumentados que van en busca de llegar a tierra estadunidense.
Danlí solidario
En el Parque Monumento a la Madre se encuentra un grupo de venezolanos, quienes hacen fogatas, cuentan chistes y calientan una sopa que no contiene pollo ni carne.
También resaltan las tiendas de campaña y niños jugando con los pies descalzos. Un barbero venezolano que cobra cinco dólares por el corte de pelo y el olor a las exquisitas arepas.
Los migrantes se ven cansados y con los labios resecos, pero no pierden el ánimo, la sonrisa y el sueño de llegar a Estados Unidos.
¿No veo el pollo en la sopa?, consultamos a Erick Carrullo, de 36 años de edad y procedente de Venezuela
“El pollo voló, manito, aquí solo verduritas, hermano. No tenemos carne ni huevos, pero las verduritas nos fortalecen la barriguita. De aquí comemos cuatro y si queda, le damos a nuestros amigos porque aquí la idea es ayudarnos”.
“De los países que hemos visitado, Honduras es el que mejor nos ha tratado con hospitalidad. No hablo de un sistema de gobierno porque el gobierno no nos ha ayudado. Las personas hondureñas nos han brindado trabajo, verduras, frutas para mantenernos”, contó Carrullo, quien es técnico en mantenimiento de mecánica.
¿Por qué se marchó de Venezuela?
“Para nadie es desconocido que el problema de nosotros es político. Nosotros somos un país que en recursos minerales somos potentes en América, pero el sistema de gobierno ha matado tantas familias. Soy casado y tengo cuatro hijos, pero no los pude traer porque esta travesía es para hombres”.
La venezolana Karen Ramírez se une a nuestra plática: “Salí de mi país por el gobierno porque el sueldo de allá de una semana prácticamente es de dos dólares y (el) de un mes 10 dólares”. Agregó: “Aquí me he sentido mucho más a gusto, me han brindado apoyo y han sido solidarios y tolerantes”.
“Este ha sido un país que nos ha acogido bien”, prosigue Ramírez, “aquí nos han colaborado con algo de comer, agua y medicamentos”.
A Ramírez se le formó un nudo en la garganta cuando nos relató que tuvo que dejar a sus hijos en Venezuela. “Solo ando con mi niña pequeña, pero no ha sido fácil este camino”, cerró con voz entrecortada.
Les tienden la mano
La llegada masiva de migrantes causa estragos en la ciudad de Danlí. Los parques están colapsados y las enfermedades se propagan rápidamente.
Los vecinos explican que es gratificante servir al prójimo, pero no ocultan su malestar porque los migrantes irregulares hacen sus necesidades fisiológicas en varios sitios de la ciudad, mientras reúnen los 40 dólares que les cobran en promedio para trasladarlos hasta la frontera con Guatemala después de recibir un salvoconducto otorgado por el Instituto Nacional de Migración (INM).
Los vecinos explican que es gratificante servir al prójimo, pero no ocultan su malestar porque los migrantes irregulares hacen sus necesidades fisiológicas en varios sitios de la ciudad. Esto ocurre mientras reúnen los 40 dólares que les cobran en promedio para trasladarlos hasta la frontera con Guatemala, después de recibir un salvoconducto otorgado por el Instituto Nacional de Migración (INM).
“Cuando miro a un niño pienso en mí, pienso en mis hijos y me pongo a pensar qué pasará si nosotros tomamos este mismo camino, porque la migración nadie la va a detener. Es un fenómeno mundial”, dijo Gonzalo Rodríguez. Y agregó: “Yo como danlidense veo que nos afecta, pero tenemos que dar ese brazo solidario”.
“Yo estoy admirado de la calidad humana del paraiseño. Hay gente en El Paraíso que se ha quedado sin comer por darle comida a un migrante”, señaló el obispo de la Diócesis de Danlí, José Antonio Canales.
Otras voces
“No contamos con presupuesto para dar respuesta a tantas necesidades. Esta situación es compleja. Necesitamos más apoyo en el tema de salud porque los presupuestos son cortos”.
Gobernadora de Danlí/ Olga Flores
“Tenemos que ser una mano amiga, pero tenemos que buscar un punto neutro. Aquí hay mucha gente que ayuda al migrante y eso me llena de alegría y satisfacción por ser solidarios”.
John Milton García/Diputado de Libre
Datos de ACNUR
– Los ingresos irregulares de personas en movimientos mixtos ocurren a través de puntos no controlados a lo largo de la frontera sureste de Honduras, principalmente a través de Danlí, Trojes y Choluteca.
– Una vez que las personas realizan el registro biométrico, el Instituto Nacional de Migración (INM) les otorga un permiso de cinco días para transitar por el país, según la amnistía aprobada en 2022 y renovada en junio de 2023 hasta el 1 de enero de 2024.
– Los flujos mixtos actualmente ingresan a Honduras principalmente por las fronteras de Las Manos y Trojes con Nicaragua y salen hacia Guatemala por la frontera de Agua Caliente.
– Con respecto a los costos del transporte, los informantes claves señalan que para cruzar Honduras desde la frontera con Nicaragua hasta la frontera con Guatemala oscila entre 40 y 50 dólares por persona.
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