En las pesquisas realizadas en la cárcel de mujeres tras la matanza, las autoridades policiales encontraron un arsenal de armas, entre las que se incluyeron mini uzi, varias pistolas y un fusil de asalto.

La viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva, reveló que según investigaciones que ella realizó, en la matanza de 46 reclusas en la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS), se utilizaron balas de la Policía Nacional.

En ese sentido, durante su participación en un foro televisivo, dijo que la Policía Nacional de Honduras es una de las responsables de la masacre ocurrida el 20 de junio de 2023.

La funcionaria dijo que una gran parte de los cartuchos que fueron percutidos durante ese crimen múltiple, pertenecen a la industria que aprovisiona a la Policía Nacional. Parte de las armas utilizadas en la matanza pertenecen a ese cuerpo de seguridad.

Villanueva reafirmóؚ que gran parte de las armas y municiones que se usaron en el contexto de la matanza de mujeres en Támara pertenecían a la Policía Nacional, aunque también dijo que había armas “gringas, rusas, brasileñas, argentinas entre otras”.

Comentó que hay una gama de evidencias que comprometen a la Policía Nacional en la matanza de mujeres recluidas en la cárcel de Támara, más allá de armas y las municiones que se usaron durante el ataque.

Detalló que las pruebas científicas incluyen video, llamadas telefónicas y el retraso en el que se intervino en la escena.

“¿Se imagina porque se obstruyó mi trabajo?”, se preguntó la funcionaria.

A través de una diapositiva, la funcionaria que fue relegada de su cargo después de la masacre mencionó que 119 casquillos de 9 mm que fueron percutidos tienen grabado “IMI.PN” que significa (Industria Militar Israelí asignado a la Policía Nacional).

Minimizan su trabajo

Villanueva detalló que esto significa que hubo policías confabulados en el violento hecho ocurrido el 20 de junio de 2023. Por lo que señaló que su trabajo se ha visto obstruido y no se le ha dado diligencia.

La funcionaria dijo que sus superiores en el Ministerio de Seguridad tratan de minimizar su trabajo, y relegarla a tareas administrativas y ponerla como un “florero” (adorno).

Denunció que el director de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), el subcomisionado Eduardo Turcios Andrade, minimiza su trabajo, pese a que ella lo busca para discutir científicamente los casos y entregar una buena carpeta investigativa.

“Él dice que yo soy la subsecretaria, el florero, que no tengo nada que ver con tema científico. Me minimiza mi capacidad de análisis cuando he estado de directora de Medicina Forense y he sido jefa de todos los laboratorios criminalísticos”, afirmó.

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