El papel vital que desempeñan los riñones en la eliminación de desechos del organismo a través de la orina no debe pasarse por alto, y una alimentación consciente se convierte en una herramienta clave para mantenerlos saludables.

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En la actualidad, los problemas renales, como los cálculos renales, se han vuelto cada vez más comunes, especialmente entre las personas de mayor edad.

Muchos de estos problemas están estrechamente relacionados con la dieta, ya que la presión arterial alta y los niveles elevados de azúcar en sangre, dos de los principales adversarios de nuestros riñones, están directamente vinculados a lo que comemos.

Alimentos que favorecen tus riñones:

Frutas y Verduras: Estos alimentos son aliados excepcionales para la salud renal debido a su riqueza en vitaminas. Su alto contenido de potasio estimula la producción de orina, lo que facilita la depuración renal.

Agua de Mineralización Débil: Mantenerse bien hidratado tiene un impacto directo en la salud renal. Se recomienda consumir alrededor de dos litros y medio de agua al día.

Pescado Azul, Frutos Secos y Legumbres: Estos alimentos contribuyen al funcionamiento óptimo del sistema renal al ayudar a controlar los niveles de colesterol. Sus ácidos grasos omega-3 y omega-6 son particularmente beneficiosos. Además, el uso de aceite de oliva para cocinar mejora la circulación sanguínea y reduce la presión arterial, lo que beneficia tanto al corazón como a los riñones.

Alimentos a evitar:

Sal: Reducir o eliminar el sodio y los alimentos ricos en sal es fundamental para la salud renal. El exceso de sodio dificulta la eliminación de líquidos y puede provocar retención de agua e hipertensión, lo que puede dañar los vasos sanguíneos del riñón. Además de la sal común, es importante evitar alimentos procesados, quesos curados, comidas rápidas, embutidos y salchichas.

Exceso de potasio: Algunos alimentos, como las algas, los plátanos, el chocolate, el café liofilizado, las patatas y ciertas verduras y hortalizas, contienen niveles significativos de potasio. En caso de necesidad, se puede optar por la doble cocción de las verduras para reducir el contenido de potasio de los alimentos frescos.

Exceso de fósforo: Alimentos en conserva, productos precocinados y aditivos alimentarios suelen contener niveles elevados de fósforo. Además, ciertos refrescos azucarados, bebidas con sabor a fruta y tés embotellados también pueden ser fuentes de fósforo en exceso.

Mantener una dieta equilibrada y evitar el exceso de ciertos nutrientes puede marcar la diferencia en la salud de tus riñones. Recuerda que consultar a un profesional de la salud o un dietista es siempre una buena práctica para adaptar tu dieta de acuerdo a tus necesidades individuales. ¡Cuida tus riñones y cuidarán de ti!