Tegucigalpa.- La Secretaría de Salud (Sesal) confirma cinco casos de tosferina hasta la fecha en 2024, según Leticia Puerto, técnica de la Unidad de Vigilancia Epidemiológica. Los contagios se han registrado en dos departamentos: dos en El Paraíso y tres en Comayagua. Lamentablemente, uno de estos casos resultó en la muerte de un menor en enero en Comayagua.

Importancia de la vacunación

Puerto advirtió sobre la gravedad de la tosferina, especialmente para los bebés, pero destacó que esta enfermedad es prevenible con la vacuna adecuada. Sin embargo, señaló que muchos padres han dejado de llevar a sus hijos a los puestos de vacunación, lo que pone en riesgo su salud. La vacuna contra la tosferina debe administrarse en un esquema de cinco dosis: la primera a las seis semanas de edad, la segunda entre las cuatro y ocho semanas después, la tercera entre las 10 y 14 semanas, la cuarta entre las 14 y 18 semanas, y un refuerzo durante el segundo año de vida.

Casos actuales

En el Hospital Santa Teresa, se diagnosticó a un bebé de tres meses con tosferina, y la madre del bebé también se contagió al ser la principal cuidadora. Ambos casos están actualmente fuera de peligro. La tosferina es altamente contagiosa y se transmite a través de gotitas de saliva. Los pacientes diagnosticados son aislados y tratados con antibióticos para prevenir la propagación.

La Tosferina

¿Qué es?
La tosferina es una infección respiratoria aguda y altamente contagiosa causada por la bacteria Bordetella pertussis.

¿A quién afecta?
Principalmente a lactantes pequeños, quienes tienen mayor riesgo de hospitalización, complicaciones graves y mortalidad. También se detecta en personas mayores.

¿Cómo se contagia?
Se transmite a través de secreciones respiratorias. La bacteria solo infecta a humanos y se transmite de persona a persona, siendo más contagiosa antes y durante las primeras dos semanas de tos. La transmisión cesa cinco días después de iniciar un tratamiento eficaz.

¿Cuáles son los síntomas?

1. Fase catarral: Duración de 1-2 semanas, similar a un resfriado común.
2. Fase paroxística: Tos brusca y repetitiva con sonido característico, vómitos, y en casos graves, pausas respiratorias en bebés.
3. Fase de convalecencia: Disminución progresiva de síntomas, aunque puede haber empeoramiento con nuevas infecciones.

¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico se basa en el cuadro clínico, especialmente en lactantes y niños no vacunados. En personas vacunadas o adultos, el diagnóstico puede ser más difícil.