Tras la condena de 45 años de prisión más 5 años de libertad condicional para el expresidente Juan Orlando Hernández, se abren diversas salidas legales que podrían impactar su tiempo en prisión. Según el exagente de la DEA Mike Vigil, esta sentencia permite a Hernández optar por beneficios como la reducción de pena, aunque señala que no es una victoria para nadie, revelando una trama de corrupción que ha dejado secuelas de pobreza y violencia en Honduras.

Legalmente, la defensa ve esta condena como una sentencia intermedia con posibilidad de buscar una colaboración eficaz que podría resultar en una liberación anticipada. Un precedente es el caso de Fabio Lobo, a quien se redujeron siete años de prisión por cooperar con las autoridades.

El apoderado legal de Hernández, Renato Stabile, anunció que apelarán la sentencia con la intención de repetir el juicio o buscar una reducción de la condena a un mínimo de 40 años, con la esperanza de que el expresidente pueda regresar a Honduras en un plazo de diez a seis años, según afirmó el abogado Marlon Duarte a ICN.

El abogado Saúl Bueso, coincide en que Hernández podría cumplir una pena mucho menor de lo esperado, posiblemente incluso 12 años, incluyendo la libertad condicional. El acuerdo alcanzado entre el gobierno de Honduras y Estados Unidos benefició al expresidente al asegurar que no enfrentaría penas excesivas.

Durante el juicio, el juez consideró los cargos contra Hernández, dictando 15 años por el primer cargo y 30 años por el tercer cargo, relacionado con el uso y posesión de explosivos. Además, el juez redujo la confiscación de bienes de la familia Hernández a ocho millones de dólares, frente a los 15 millones solicitados por la fiscalía.